El cerebro digital: la evolución del humano
¿Alguna vez has pensado en lo mucho que la humanidad cambió en solo una década? Porque aunque los dispositivos como los computadores, o la Internet existen desde hace un buen tiempo, fue en esta década donde la tecnología se extendió a todo el mundo.
Así que es un hecho que tenemos la facilidad de acceder a todo tipo de información, fácil e inmediatamente. Ante la sed de conocimientos tan solo debemos tomar nuestro dispositivo y listo, el mundo está en nuestras manos.
Todo esto nos parece de lo más normal, pero hace tan solo unos años no teníamos la certeza si el estar hiperconectado tendría algún efecto en nosotros. Y se tenía la duda porque sabemos a través de muchos estudios que se hicieron el siglo pasado, que el cerebro tiene la capacidad de adaptarse a los estímulos del entorno.
¿La tecnología nos está cambiando?
Hace más de una década, responder a esta pregunta era complicado por la falta de datos, de hecho todo se manejaba a nivel teórico, sin embargo, la ciencia ya tiene respuestas y no son tan gratificantes como nos gustaría.
Sesgos en el conocimiento
Un estudio de la Universidad de Yale analizó cómo la Internet afecta nuestra percepción de los conocimientos propios, y sus resultados indican que existe un sesgo a la hora de valorar nuestra propia seguridad sobre estos conocimientos, ya que al tener acceso a la red podemos rellenar vacíos.
Además se plantea que existe una difuminación entre la línea que separa nuestra memoria a aquello que está contenido en otras fuentes, ya que, los sujetos del estudio al responder preguntas, recurrían a los buscadores para complementar sus respuestas, y aún así se podía observar una “mayor actividad cerebral”, como si la información estuviese almacenada en la propia memoria.
Multitasking
Sabemos que el mundo moderno podría considerarse “online”, ya que la brecha que existía entre nuestra realidad y la virtual, disminuyó totalmente. Ahora nos encontramos en un mundo en donde estamos 24/7 conectados.
¿No crees esto posible? Pregúntate: ¿Cuándo fue la última vez que apagaste tu celular?
Debido a la gran cantidad de contenidos existentes y la sensación de recompensa que sentimos a la hora de hacer múltiples actividades, tenemos la sensación de ser multitareas, sin embargo es una fachada que oculta nuestra capacidad de concentración.
Al respecto, se realizó un experimento con dos grupos de sujetos. A uno de los grupos se le pidió comprar en internet por 15 minutos y al otro se le pidió leer una revista por el mismo tiempo. Luego se les pidió a ambos grupos concentrarse en una determinada tarea, observándose que el grupo que realizó las compras en línea tuvo muchas más dificultades en concentrarse que su contraparte.
La nueva memoria
Lo más interesante, es que la Internet podría haber reemplazado algunos de nuestros sistemas de memorización, ya que toda la información en línea se asemeja a una memoria externa a la que podemos recurrir cuando sea necesario.
Es decir, no es necesario tener cierto nivel de experticia en un tema específico, sino conocer el concepto básico para luego poder complementarlo con lo almacenado externamente.
Aunque esto no es algo tan nuevo, ya que anterior a la red, ya existía un efecto conocido como: memoria transactiva. Este término plantea que no solo almacenamos información en nuestro cerebro, sino que en los cerebros de las personas que nos rodean. Actualmente estaríamos generando este tipo de memoria con el internet.
Esto hace que no suene tan descabellado la teoría de que en algún momento seremos uno con las máquinas, porque de alguna forma ya lo somos, o será que ¿No te sientes incompleto sin tu teléfono en las manos?